miércoles, 24 de mayo de 2006

LA MEDITACION


LA MEDITACION

LA MEDITACIÓN: UN MODO DE VIDA

La meditación ofrece una alternativa a los valores puramente materiales de la vida moderna. Es un medio de armonizar o resolver el aparente conflicto entre los aspectos material y espiritual del vivir. La meditación no es una huida de la realidad, sino un sendero para descubrir el Yo verdadero, el ser espiritual, el alma. El objetivo básico de la meditación es capacitar a la persona para llegar a ser -en su manifestación externa- lo que es en su realidad interna. La meditación conduce, a lo largo del sendero del devenir, hacia la capacidad espiritual de ser, de conocer y de hacer. Por consiguiente, la meditación comprende toda la expresión de la vida, subjetiva y objetiva. Tiene como objetivo la utilización de la mente por el alma a fin de llevar a cabo acciones en conformidad con el plan establecido para la humanidad. Dentro de este proceso centrado en el Plan, la unidad en meditación es estimulada e iluminada, y se le presenta la verdadera oportunidad de contribuir a la evolución planetaria con la riqueza individual que cada uno contiene en potencia. La verdadera meditación ocultista se practica como un servicio a la raza humana.

Hoy día, el alma de la humanidad está en vías de tomar el control del modo de vida de la personalidad. Se ha iniciado el largo proceso que conduce a la infusión del alma de la raza. La práctica de la meditación puede servir ahora para acelerar y llevar a cabo el proceso en el planeta como un todo. En el pasado, la cooperación con el ritmo planetario de meditación fue, por un tiempo, el servicio reservado a unos pocos pioneros; hoy día, puede convertirse en un modo de vida para muchos.

LA MEDITACIÓN CREADORA: UN SERVICIO PLANETARIO

La técnica de la meditación gobierna todas las expansiones de conciencia, incluyendo todo el proceso de desarrollo evolutivo del planeta. Es la técnica de contacto y de aprehensión espirituales, el medio de fomentar la evolución de la inteligencia humana, la capacidad de amar y la habilidad de poner la voluntad personal en alineamiento con la voluntad divina.

La meditación es el medio más efectivo para trascender el sentido restrictivo de separatividad y de aislamiento que aprisiona la conciencia humana haciéndola fútil. Es el principal agente creador en nuestro planeta. La meditación, en este tiempo, tiene el poder de cambiar las condiciones, invocar las potencias espirituales superiores, trabajar con concentración -tanto vertical como horizontalmente- en el mundo de los hombres y en el Reino de Dios. Es esta actividad vertical y horizontal la que contiene el secreto de la meditación creativa.

La intención de servir a la humanidad es el motivo esencial para toda meditación verdaderamente creadora. La expansión de la mente humana se basa en la capacidad de amar y servir al prójimo. El resultado final en la conciencia del hombre es la iluminación, la sabiduría y la voluntad hacia el bien, más una capacidad creciente para cooperar en propósitos creativos y redentores de nuestra vida planetaria. La meditación, como servicio planetario, es tan práctica como efectiva.

LA MEDITACIÓN: PUENTE ENTRE EL ALMA Y LA PERSONALIDAD

El reconocimiento de la dualidad en la naturaleza humana provoca, con el tiempo, la intención de construir un puente o enlace entre la personalidad y el alma, puesto que el alma siempre busca la unión consciente con la personalidad que es su expresión. Mientras que la aspiración puede proporcionar el motivo, el trabajo real en la construcción del puente se lleva a cabo en el nivel mental, basado en la capacidad de controlar la mente por medio de la disciplina de una meditación regular.

La meditación establece la relación entre el alma y la personalidad. Es una relación de cooperación, conduciendo finalmente a la fusión del alma con la personalidad. El trabajo está basado en la simple premisa de que la energía sigue al pensamiento y se conforma a él. El uso correcto del poder de la mente puede lograr cualquier propósito, bueno o no tan bueno. La meditación ocultista implica una mente enfocada, la capacidad de visualizar, la habilidad para construir formas mentales y utilizar la imaginación creadora, además de una exacta comprensión del propósito del alma.

Este tipo de meditación eleva la cualidad de vida. Crea un camino iluminado de relación y comunicación entre el dominio subjetivo del alma y su expresión objetiva, la personalidad. A medida que la personalidad se adapta y se subordina al dominio del alma como Yo real, es, a su vez, redimida por la luz y la energía del alma, y todos los aspectos de la vida en el plano físico son irradiados y elevados.

EL VALOR DEL ALINEAMIENTO

La meditación es, o debería ser, una experiencia profundamente espiritual que conduce a una relación justa con Dios y a justas relaciones humanas en la vida cotidiana. Esencialmente es el medio por excelencia de establecer un alineamiento entre los diferentes aspectos de la vida planetaria que, desde el ángulo de la conciencia y de la forma, parecen estar separados.

La meditación creadora comienza con un ejercicio de alineamiento y da como resultado un alineamiento más profundo, más extendido y más sostenido entre el meditador y todo lo que le circunda. El alineamiento pone los diferentes niveles y estados de conciencia en "línea" unos con otros, o los ajusta correctamente los unos en relación con los otros.

En la meditación el alineamiento afecta al cuerpo mental -la mente; a la naturaleza emocional sensible -el corazón; al cuerpo etérico o energético y al yo físico. Cuando estos componentes están integrados en una unidad, pueden alinearse, entonces, con el alma misma, el Yo espiritual. Con esto se crea un canal de comunicación que vincula el cerebro, el corazón, la mente y el alma; de este modo, la energía vital del alma, con su poder para iluminar e inspirar, puede pasar rápidamente a la actividad, afectando a cualquier aspecto de la vida diaria.

En este proceso, la mente es el principio activo. La mente ve, visualiza, concentra la energía necesaria y enfoca la actitud requerida. Sin ser necesariamente consciente de los resultados obtenidos, la mente puede actuar triunfalmente como si el alineamiento necesario hubiera sido creado. La repetición constante y la atención enfocada proporcionan los materiales de base para la construcción.

Una vez creado en la conciencia, el alineamiento esencial está siempre presente, necesitando tan sólo un momento de pensamiento dirigido para ser actualizado como un elemento activo en la relación entre la vida interna y externa.

PELIGROS Y PROTECCIONES EN LA MEDITACIÓN

El camino de la meditación es muy parecido a cualquier otro camino en el que se sigue una trayectoria para alcanzar una meta. Y, como ocurre en cualquier otro sendero, al viajero se le pueden presentar ciertos escollos. La meditación no es perjudicial en sí misma, pero si es mal utilizada o se practica imprudentemente, puede crear problemas personales al meditador.

La mejor protección durante la meditación es el simple sentido común, y una actitud equilibrada. El sentido común desplaza todo exceso de entusiasmo y de fanatismo, así como cualquier concentración demasiado rígida sobre la meta, que pueda conducir a la fatiga física o mental. El sentido de equilibrio permite comprender que el desarrollo de la conciencia es un progreso gradual a largo plazo, y que, por lo tanto, los cambios no suceden de la noche a la mañana. Esto evita el desaliento que sufre el neófito cuando las grandes revelaciones no llegan tan pronto como él desea.

Uno de los mayores escollos en la meditación y también uno de los mejor conocidos, es el caso del individuo que llega a perderse tan profundamente en su propio mundo subjetivo que tiende a apartarse de la realidad física. La meditación debería conducir a una bien determinada expresión de la vida. Un esfuerzo mental demasiado fuerte o una sobreestimulación pueden ser corregidos por la expresión de las experiencias mentales en hechos de orden físico. Esto puede realizarse intentando traducir las visiones e ideas más elevadas en algún proyecto o actividad que pueda beneficiar a otros.

Un segundo peligro posible en la meditación es el de la sobreestimulación emocional. La meditación trae a la vida del meditador un creciente flujo de energía que tiende a acentuar tanto las cualidades positivas como las negativas, llevándolas a la superficie donde pueden ser claramente percibidas. Cada meditador es responsable de manejar esta mayor afluencia de energía, debiendo descubrir sus propias debilidades emocionales y esforzarse por mantener un foco armonizador de atención en el plano mental.

El estudiante de meditación debería proceder lenta y cautelosamente. Cualquier cosa que valga la pena requiere tiempo y esfuerzo. Los resultados que se obtienen de un lento proceso de construcción, serán probablemente más duraderos que los resultados de un trabajo realizado precipitadamente con la esperanza de un éxito inmediato. El estudiante debería también procurar ser regular en la meditación. Veinte minutos de trabajo diario es mejor y más seguro que cuatro horas seguidas de trabajo realizado una vez al mes.

La protección más segura se encuentra en la vida de servicio. La meditación genera energía e inspiración. Si ésta no se expresa en alguna forma de servicio, puede producirse una congestión o una sobreestimulación. El servicio es el uso correcto de la energía, de la visión y de la inspiración del alma.

LA MEDITACIÓN GRUPAL

Aunque la meditación en sus comienzos puede desarrollarse como una actividad solitaria, al igual que cualquier otro campo de interés, el individuo llega, tarde o temprano, a ser parte de un todo mayor del que extrae la significación y el propósito. A través de la meditación, el hombre emerge a un estado de conciencia compartido con otros, un estado tan real como la existencia física, aunque caracterizado por diferentes tipos de percepción. El meditador encuentra una comunidad o fraternidad en el plano de la conciencia. Así se adentra en la meditación de grupo.

Esto no significa que haya que meditar juntos en el mismo lugar y al mismo tiempo. El verdadero lugar de encuentro del grupo se encuentra en el plano mental, el plano de la mente.

En términos metafísicos, la meditación tiene lugar fuera del tiempo y del espacio, pero lo que es importante en la meditación grupal es el sentido de un enfoque y de un interés comunes, de una atención grupal sobre el objeto de la meditación. Las personas que componen un grupo están unidos por una idea y un interés compartidos, y no tanto por una relación personal. Los grupos pueden trabajar juntos y meditar sobre muchos temas diferentes, pero el tema subyacente, en el trabajo de grupo, es el servicio a la humanidad. De este modo, el grupo desempeña su parte en la vida planetaria. Los grupos pueden trabajar para atraer mayor luz a los asuntos humanos y condicionar la atmósfera subjetiva del planeta. Trabajan con energías tales como luz, amor y buena voluntad, ayudando a liberar estas energías subjetivas en la vida física diaria. Aunque estos grupos pueden estar trabajando para iluminar el entorno humano, no utilizan la fuerza. No intentan, por ejemplo, dirigir la energía hacia la mente de un indidivudo o de un grupo con la intención de cambiarles o influenciarles. Sin embargo, liberan luz o crean una condición subjetiva en la cual una persona o una nación puede permanecer más fácilmente en la luz de su propia alma.

La participación en el trabajo de meditación grupal produce, a menudo, efectos secundarios sobre las personas implicadas. A medida que uno trabaja en meditación grupal, obtiene gradualmente un mayor discernimiento respecto a los propios asuntos, a los asuntos mundiales y a la naturaleza de la interrelación de grupo. Los meditadores desarrollan un sentido de integración con sus colaboradores, así como un sentido de unidad e identidad con todos quienes sirven a la humanidad. En el proceso, los participantes adquieren un inapreciable conocimiento, es decir, aprenden por propia experiencia que hay una fuerza para el bien en el mundo, que existe un Plan para la evolución humana, y que lo que hacen en sus propias vidas y que contribuye al servicio, genera un cambio.

EL NUEVO GRUPO DE SERVIDORES DEL MUNDO:
UN GRUPO DE MEDITACIÓN Y DE MEDIACIÓN

Existe una gigantesca meditación grupal que obra en diferentes fases sobre nuestro planeta. Todas las unidades de meditación y todos los grupos reflexivos están relacionados unos con otros a través de su propósito espiritual unificado. Ese propósito es el servicio al Plan para el fomento de la evolución humana. En esta meditación, dos centros o grupos planetarios mayores están trabajando en concierto con el reino humano; uno de ellos es la Jerarquía Espiritual del planeta y el otro es el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo. La Jerarquía Espiritual es conocida bajo muchos nombres; para los cristianos es el "Reino de los Cielos y de Dios"; en Oriente, es la "Sociedad de Mentes Iluminadas". Ese grupo comprende aquellos hijos de Dios que, a lo largo del sendero de evolución, han viajado más lejos que el resto de la humanidad, habiendo trascendido las limitaciones del estado de conciencia estrictamente humano, y que, sin embargo, continúan sirviendo a la humanidad y al Plan.

Hoy día, un número creciente de hombres y mujeres comienzan a ser sensibles al Plan y están trabajando para su despliegue. Todos forman parte de un grupo subjetivamente unificado y conocido por el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo (NGSM). Este grupo representa un éxito en el marco de la evolución, pues, por primera vez en la historia de la humanidad, un número substancial de hombres y mujeres están reconociendo el papel del reino humano en la continuidad de la vida y la conciencia en este planeta. La humanidad permanece como un reino puente entre el Reino de Dios y los reinos inferiores -animal, vegetal y mineral-, y como tal cumple la tarea del divino mediador. El NGSM media entre la Jerarquía y la humanidad, manteniendo un canal vibrante y radiante a través del cual puede fluir la inspiración. Los miembros del NGSM aceptan conscientemente esta responsabilidad para la redención planetaria.

Los miembros del NGSM pueden ser o no conscientes del grupo como un todo o del lugar que ocupan en él. Están vinculados entre sí por su amor a la humanidad, por su constante esfuerzo para mejorar la condición humana y dar forma a las ideas y principios que deben encontrar una aplicación universal. Por medio del uso creador de la mente, esto es, a través de la meditación, esos hombres y mujeres son capaces de penetrar en el dominio del alma y poner de manifiesto esa divina energía de manera que pueda ser utilizada por el hombre. Perciben y adaptan el Plan para la humanidad y ayudan, con su pensamiento meditativo, a producir ideas prácticas que servirán a toda la raza humana.

En el corazón de este grupo de servicio se encuentran aquellos que utilizan la técnica de la meditación ocultista para alinearse conscientemente con la Jerarquía y, así, revelar el Plan a un mundo necesitado. Todos los hombres y mujeres de buena voluntad pueden participar en este periodo de transición espiritual tan importante. Poco importa el grado de desarrollo espiritual que una persona haya alcanzado; siempre puede ayudar, de alguna manera a crear un futuro mejor y, obrando así, llegar a formar parte del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo.

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