lunes, 31 de marzo de 2008

"Te abrazo y te bendigo"

(Por Julio Andrés Pagano)

Este mensaje liberará su aroma como si fuese una flor, para que inhales el amor que contienen estas palabras. Has recorrido un largo sendero. Sembraste en terreno fértil. Hiciste tu tarea. Descansá. Todo tiene su tiempo. Respirá bien hondo, una frecuencia sutil armonizará tus latidos para que recobres tu energía. Una nueva etapa comienza. Gracias por tu inmensa dedicación y entrega. Tu corazón está abierto. Te abrazo y te bendigo.

Puede que una extraña sensación de vacío te invada. Estás preparándote para ser llenado con la luz del amor, para que de tu copa interna beban aquellos que estén sedientos del despertar de la conciencia. Soy testigo de tu invalorable esfuerzo. Celebro tu coraje de haber caminado pese a las dudas y el cansancio. Ahora es necesario el equilibrio que ofrece el descanso, para poder emprender otro tramo en el camino de ascensión.

Si sentís que no avanzás, no pierdas la fe. Esta aparente inmovilidad ayuda a que te centres en el presente, ya que desde ahí nace el futuro. No estás estancado. A su modo la existencia te invita a moverte en un una nueva dirección. El camino sigue hacia dentro. El desequilibrio está en la periferia. Conectando con tu esencia divina los cambios que se avecinan tendrán otra dimensión. Anclado en tu centro, irradiarás paz y armonía.

Festejo la vibración cristalina que fluye desde tu enorme corazón. Un nuevo mundo se hará visible gracias al trabajo y al empeño de personas como vos, que confían en su guía interna y se mueven más allá de la razón, entregando lo mejor a cada paso. El caos es sólo transformación, recordalo. No mires a la confusión como si fuese un enemigo, está ahí para brindarte la oportunidad de que seas leal a tu brújula interna. Todo es perfecto.

Por si tenías dudas con respecto a tu tarea, es necesario que sepas que este mensaje te buscó y te encontró siguiendo el brillo de tu luz. Un ángel dijo que te alegrarías al beber el agua diamantina que ahora nutre estas palabras. Sus gotas de amor te darán la fuerza necesaria para volver a desplegar tus alas. No importa que no te comprendan. No temas. Estás acompañado.

La existencia te guía, tu espíritu lo sabe. Te abrazo y te bendigo.

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martes, 25 de marzo de 2008

HO’OPONOPONO

Por Joe Vitale
Traducción: Odilia Rivera

Hace dos años oí acerca de un terapeuta en Hawai que curó a una división completa de pacientes criminales locos, sin siquiera haberlos visto. El psicólogo estudiaba el archivo del enfermo y después buscaba dentro de sí mismo para ver como el mismo había creado la enfermedad en esa persona. Al ir mejorándose a sí mismos, el paciente mejoró.

Cuando oí por primera vez esta historia, pensé que era una leyenda urbana. ¿Cómo alguien podría curar a alguien mas sanándose a sí mismo? ¿Cómo la mejora del maestro puede curar a un criminal insano? No hacía sentido ni parecía lógica, así que hice a un lado esta historia.

Sin embargo, un año más tarde la volví a oír. Oí que el terapeuta había usado un procedimiento sanador Hawaiano llamado Ho’oponopono. Nunca había oído de esto, sin embargo no pude sacarlo de mi mente. Si la historia era verdad, tenía que saber más. Siempre había entendido que “responsabilidad total” era que soy responsable por lo que pienso y hago. Lo que está mas allá de eso, está fuera de mis manos y pienso que la mayoría de la gente piensa esto acerca de “responsabilidad total”. Somos responsables de lo que hacemos y no de lo que los demás hacen, pero esto está equivocado.

El terapeuta hawaiano que sanó a la gente enferma mentalmente podría enseñarme una nueva perspectiva avanzada acerca de: Responsabilidad total. Su nombre es: Dr, Ihaleakala Hew Len. Probablemente pasamos una hora hablando por teléfono en nuestra primera llamada. Le pregunté que me contara todo acerca de su trabajo como terapeuta.

El me explicó que trabajó en un hospital del estado de Hawai durante 4 años. Esa división en donde tenían a los criminales insanos era peligrosa. Cada mes los psicólogos dejaban el trabajo. El personal se reportaba enfermo frecuentemente o simplemente renunciaba. La gente caminaba a través de esa división con su espalda pegada a la pared, temiendo ser atacados por los pacientes. No era un lugar placentero para vivir, trabajar o para visitarlo.

El Dr. Len me dijo que el nunca vio a los pacientes. Estuvo de acuerdo en tener una oficina y en revisar los expedientes de cada paciente y mientras los revisaba el trabajaba en sí mismo. Y al ir trabajando en sí mismo los pacientes comenzaron a curarse.

Me contó que después de unos pocos meses, pacientes que habían tenido que estar encadenados, fueron permitidos caminar libremente. Otros que había estado tomando muchos medicamentos ya no necesitaban tomarlos. Y aquellos que no hubieran tenido oportunidad de ser puestos en libertad, habían sido liberados. Yo estaba admirado. Y no solo eso -continuó diciéndome- el personal comenzó a disfrutar su trabajo.
El ausentismo y renuncias desaparecieron y terminaron teniendo mas personal que el que necesitaban pues los pacientes habían sido dados de alta y todo el personal se presentaba a trabajar. Ahora esta división está cerrada.

Y en este momento es cuando tuve que preguntar la pregunta del millón: ¿Qué estuvo usted haciendo interiormente que causó que esa gente cambiara?

Simplemente estaba sanando la parte de mí que los creó –me dijo.

No entendí nada.

El Dr. Len me explicó que “Responsabilidad total por tu vida significa que todo lo que está en tu vida –simplemente porqué está en ella- es tu responsabilidad. En un sentido literal, todo el mundo es tu creación”

¡Vaya! Esto es duro de tragar. Ser responsable de lo que digo o hago es una cosa, pero ser responsable por lo que cada uno en mi vida dice o hace, es otra.

Sin embargo, la verdad es esta: Si tomas completa responsabilidad de tu vida, entonces todo lo que ves, oyes, pruebas, tocas, o experiencia de cualquier manera es tu responsabilidad por que está en tu vida. Esto significa que la actividad terrorista, el presidente, la economía o cualquier cosa que experimentes en tu vida diaria y no te guste, es tu responsabilidad y también sanarla. Ellos no existen, excepto como proyecciones desde dentro de ti. El problema no es con ellos, es contigo y para cambiarlos tienes que cambiar tú.

Se que esto es difícil de entender, mucho menos aceptar o actualmente vivirlo.
Culpar es mas fácil que tomar una responsabilidad total, pero mientras hablaba con el Dr. Len, comencé a darme cuenta de que para él, sanar y ho’oponopono significan amarse a sí mismo.

Si quieres mejorar tu vida, tienes que sanarla. Si quieres sanar a alguien, hasta a los criminales enfermos mentales, lo debes hacer sanándote a ti mismo.

Le pregunté al Dr. Len como hacía sanándose así mismo. Qué hacía cuando leía los expedientes de los pacientes.

“Me mantengo diciendo: Lo siento, y Te amo, una y otra vez” –explicó.

-¿Eso es todo?

-Si

Resulta que amándose a uno mismo es la mejor manera de mejorarse a uno mismo y al hacerlo mejora uno su mundo.

Déjenme darles un ejemplo rápido de cómo esto trabaja: Un día alguien me envió un e -mail que me molestó. En el pasado podría haberlo manejado trabajando en mis botones emocionales o tratando de razonar con la persona que envió ese mensaje desagradable.
Esta vez decidí tratar el método del Dr. Len y silenciosamente me mantuve diciendo: Lo siento y Te amo. No lo decía a nadie en particular, simplemente estaba evocando el espíritu del amor para sanar dentro de mí lo que estaba creando la circunstancia externa.

A la hora siguiente recibí un e mail de la misma persona. Me estaba pidiendo disculpas por el mensaje previo. Tengan presente que no tomé ninguna acción externa para conseguir esta disculpa. Ni siquiera le había escrito de regreso. Sin embargo, diciendo: Te amo, sanó de alguna manera dentro de mí lo que lo estaba creando.

Mas tarde fui a un taller de trabajo de Ho’oponopono que daba el Dr. Len. El tiene ahora 70 años y es considerado un Chamán benevolente y algo solitario.
Me alabó mi libro. El Factor Atrayente.

Me dijo que al irme mejorando a mí mismo, la vibración de mi libro se elevará y todo el que lo lea lo percibirá.

Acortando, al ir mejorando yo, mis lectores mejorarán.

Y ¿qué de los libros que ya están vendidos y fuera? Pregunté.

Ellos no están allá afuera, me explicó, explotando mi mente con su sabiduría mística. Ellos todavía están en ti.

O sea que no hay nada afuera. Se necesitaría un libro completo para explicar esta técnica avanzada con la profundidad que merece.

Suficiente es decir que siempre que quieran mejorar algo en su vida, el único lugar que hay que mirar es dentro de uno mismo. Cuando lo hagan, háganlo con amor.

Nota, si quieren leer más acerca de esto, esta es la página de Internet.

http://hooponopono.org/lectures.html

jueves, 20 de marzo de 2008

EL AHORA

Cuando se mira superficialmente, parece que el momento presente es uno entre muchos, muchos momentos. Cada día de tu vida parece estar compuesto por miles de momentos en los que ocurren distintas cosas. Pero, si miras más a fondo, ¿no hay siempre un único momento? ¿No es la vida siempre «este momento»?
Este momento —el Ahora— es la única cosa de la que nunca puedes escapar, el único factor constante en tu vida. Pase lo que pase, por más que cambie tu vida, hay una cosa segura: siempre es Ahora.
Y ya que no es posible escapar del Ahora, ¿por qué no darle la bienvenida y hacerse amigo suyo?

* * *

Cuando te haces amigo del momento presente te sientes como en casa dondequiera que estés. Si no te sientes cómodo en el Ahora, te sentirás incómodo dondequiera que vayas.

* * *

El momento presente es como es. Siempre. ¿Puedes dejarlo ser?

* * *

La división de la vida en pasado, presente y futuro es obra de la mente y, en definitiva, es ilusoria. Pasado y futuro son formas-pensamiento, abstracciones mentales. El pasado sólo puede ser recordado Ahora. Lo que recuerdas es un suceso que tuvo lugar en el Ahora, y lo recuerdas Ahora. El futuro, cuando llega, es un Ahora. De modo que lo único que es real, lo único que llega a tener existencia, es el Ahora.

* * *

Mantener la atención en el Ahora no implica negar las necesidades de tu vida. Se trata de reconocer que es lo fundamental. Eso te permite gestionar lo secundario con gran facilidad. No se trata de decir: «Ya no me ocupo de las cosas porque sólo existe el Ahora.» No. Empieza por encontrar lo que es más importante y haz del Ahora tu amigo, no tu enemigo. Reconócelo, hónralo. Cuando el Ahora es el fundamento y el núcleo principal de tu vida, ésta se despliega con facilidad.

* * *

Recoger la vajilla, diseñar una estrategia empresarial, planear un viaje... ¿Qué es mas importante el acto en sí o el resultado que quieres conseguir con ese acto? ¿Este momento o algún momento futuro?
¿Tratas este momento como si fuera un obstáculo por superar? ¿Sientes que lo más importante es llegar a algún momento futuro?
Casi todas las personas viven así la mayor parte del tiempo. Como el futuro nunca llega, excepto como presente, es un estilo de vida disfuncional. Genera una continua corriente subterránea de tensión, alteración y descontento. No hace honor a la vida, que es Ahora y nunca deja de ser Ahora.

* * *

Siente la vida dentro de tu cuerpo. Eso te ancla en el Ahora.

* * *

No te responsabilizas definitivamente de la vida hasta que te responsabilizas de este momento, del Ahora. Esto se debe a que en el Ahora es en el único lugar donde se halla la vida.
Responsabilizarse de este momento significa no oponerse internamente a la «cualidad» del Ahora, no discutir con lo que es. Significa estar alineado con la vida.
El Ahora es como es porque no puede ser de otra manera. Ahora los físicos confirman lo que los budistas han sabido siempre: no hay cosas ni sucesos aislados. Por debajo de las apariencias superficiales, todas las cosas están interconectadas, son parte de la totalidad del cosmos que ha producido la forma que toma este momento.
Cuando dices «sí» a lo que es, te alineas con el poder y la inteligencia de la Vida misma. Sólo entonces puedes convertirte en un agente del cambio positivo en el mundo.

* * *

Una práctica espiritual simple pero radical es aceptar lo que surja en el Ahora, dentro y fuera.

* * *

Cuando tu atención te traslada al Ahora, estás alerta. Es como si despertases de un sueño: el sueño del pensamiento, el sueño del pasado y del futuro. Hay claridad, simplicidad. No queda sitio para fabricarse problemas. Simplemente este momento es como es.

* * *

En cuanto entras con tu atención en el Ahora, te das cuenta de que la vida es sagrada. Cuando estás presente, hay una sacralidad en todo lo que percibes. Cuanto más vivas en el Ahora, más sentirás la simple pero profunda alegría de Ser, y la santidad de toda vida.
La mayoría de la gente confunde el Ahora con lo que ocurre en el Ahora, pero son dos cosas distintas. El Ahora es más profundo que lo que ocurre en él. Es el espacio en el que ocurren las cosas.
Por tanto, no confundas el contenido de este momento con el Ahora. El Ahora es más profundo que cualquier contenido que surja en él.

* * *

Cuando entras en el Ahora, sales del contenido de tu mente. La corriente incesante de pensamientos se apacigua. Los pensamientos dejan de absorber toda tu atención, ya no te ocupan completamente. Surgen pausas entre pensamientos, espacio, quietud. Empiezas a darte cuenta de que eres mucho más profundo y vasto que tus pensamientos.

* * *

Pensamientos, emociones, percepciones sensoriales y experiencias constituyen el contenido de tu vida. «Mi vida» es de lo que derivas tu sentido del yo; «mi vida» son los contenidos, o al menos eso crees.

Pasas por alto continuamente el hecho más evidente: tu sentido más interno Yo Soy no tiene nada que ver con lo que ocurre en tu vida, nada que ver con los contenidos. Este sentido del Yo Soy es uno con el Ahora. Siempre permanece igual. En la infancia y en la vejez, en la salud o en la enfermedad, en el éxito y el fracaso, el Yo Soy —el espacio del Ahora— permanece inmutable al nivel más profundo. Habitualmente se confunde con el contenido, y por eso sólo experimentas el Yo Soy o el Ahora levemente, indirectamente, a través de los contenidos de tu vida. En otras palabras: tu sentido de Ser queda oscurecido por las circunstancias, por la corriente de pensamientos y por todas las cosas de este mundo. El Ahora queda oscurecido por el tiempo.

Y así olvidas que estás enraizado en el Ser, en tu realidad divina, y te pierdes en el mundo. Confusión, ira, depresión, violencia y conflicto afloran cuando los seres humanos olvidan quiénes son.

Sin embargo, qué fácil es recordar la verdad y volver a casa.
Yo no soy mis pensamientos, emociones, percepciones sensorias y experiencias. Yo no soy el contenido de mi vida. Yo soy Vida. Yo soy el espacio en el que ocurren todas las cosas. Yo soy conciencia. Yo soy el Ahora. Yo Soy.

El Silencio Habla
Título Original: “Stillnes Speaks”
Ó2003, Eckhart Tolle
Traducción 2004 Miguel Iribarren
Digitalizador: @ Desconocido

miércoles, 19 de marzo de 2008

El arte de combinar el SI con el NO

En 1,888 Mahatma Gandhi fue a inglaterra,donde estudió Derecho.
Una vez iba caminando por una calle de Londres y fue sorprendido por un chaparrón de agua,dicen que en ese lugar llueve todos los días;yo nunca he ido allá,pero tengo amigos que sí y ellos me han dicho que eso es verdad.

Gandhi empezó a correr para huir de la lluvia y logró refugiarse debajo del alero de un lujoso hotel,ahí se quedó parado mientras pasaba el vendaval.A los pocos minutos apareció una lujosa limosina y de ella salió un magnate inglés,le bajaron las maletas y el carro fue conducido hasta el estacionamiento.

- ¡ Oye tú ! Agarrame las maletas! - grito el británico a Gandhi quien no sabia si era con él; miró hacia los lados y hacia atrás para ver a quién se dirigía el magnate -,¡ eh tú, hindú ! - replico el inglés con fuerza -,¡He dicho que me agarres las maletas!
Gandhi se dio cuenta de que era con él con quien hablaba el potentado, entonces se acercó a cargarlas.El inglés le órdenó que lo siguiera hasta el cuarto piso;él subió por el asensor y el hindú por las escaleras porque en esa época los hindúes eran considerados menos que los demás....

Una vez que Gandhi dejó las maletas en el sitio indicado,se dispuso a retirarse.

- ¡ Mira tú,indio ! Cuánto te debo? - dijo el magnate-

- Señor,usted no me debe nada - Gandhi contestó cortésmente.

- Cuanto me vas a cobrar por subirme las maletas?- insistió el hombre.

-Señor - repitió Gandhi-,yo no voy a cobrarle nada.

-Tú trabajas aquí? no?

No señor,yo no trabajo aquí;yo estaba en la puerta esperando que dejara de llover para continuar mi camino.

-Si tú no trabajas aquí,por qué subistes las maletas?

- porque usted me pidió que lo hiciera....y lo hice.

-¡ Quién eres tú? !

- Yo soy Mohandas Karamchand Gandhi,estudiante de Derecho en la India.

- Bien, bien...entonces, ¿cuánto me vas a cobrar?

- Señor ya le dije,no le voy a cobrar nada y nunca pensé en cobrarle dijo Gandi.

- Si tú no pensabas cobrarme nada por subirme las maletas - dijo nuevamente el inglés -, entonces por qué me la subistes?!

- Señor- expresó el futuro Mahatma - yo le subí las maletas a usted por el inmenso placer que me causa el colaborar con los demás,por eso lo hice,porque para mí servir es un placer.Si, servir es un placer:¡Que inmenso placer!

Después de esto,Gandhi nos dejaría este pensamiento:

"Todo los placeres y satisfacciones palidecen y se convierten en nada ante el servicio abnegado que se presta con alegría".
Amar tambien es un placer.

El trabajo no se paga con dinero sino con placer de servir a los demás.El dinero cubre las necesidades, mientras que el servicio a los demás proporciona satisfacción personal.No existe un sueldo en el mundo que sea capaz de pagarte lo que tú estás haciendo,porque el dinero que te dan como salario no es para retribuir tu trabajo sino para que sigas trabajando en lo que estás haciendo.

Algunas personas trabajan por placer y por necesidad,hay quienes trabajan por la satisfacción de servir y otras solamente por dinero.El oficio no se paga con dinero y nadie te lo puede remunerar; tú eres el único que te puedes recompesar con la satisfacción de hacer bien las cosas"

martes, 18 de marzo de 2008

Cómo trabaja la mente en la creación de nuestra realidad.

"Las palabras, ya sean habladas o escritas, no parecen jugar ningún papel en el mecanismo de formación de mis pensamientos. El lenguaje que parece prevalecer en la articulación de pensamientos son ciertos símbolos e imágenes que pueden ser reproducidas y combinadas a voluntad". Albert Einstein

Aun en esta era de mensajes instantáneos, correos electrónicos, "blogs", "chat rooms" y telefonía celular, la comunicación más importante es la que ocurre en el interior de tu mente, porque de ella depende en gran parte el éxito que experimentes en tu vida. Por esta razón es vital aprender el lenguaje del cerebro.

Muchos científicos han llegado a aceptar que las imágenes constituyen la mayor parte del contenido de nuestro pensamiento. A pesar de que en él existen las palabras y otros símbolos abstractos, la realidad es que estas palabras y símbolos son expresiones que pueden convertirse en imágenes. De hecho, la gran mayoría de las palabras que utilizamos en nuestro diálogo interno, antes de expresar una idea de manera hablada o escrita, existen sólo como una imagen sensorial en nuestra mente; una representación visual, auditiva, odorífica, gustativa o táctil.

Debemos tener en cuenta que las imágenes juegan un papel muy importante, tanto en el logro de nuestras metas como en el condicionamiento de aquellos comportamientos auto saboteadores que nos conducen al fracaso. Después de todo, la ley de la atracción establece que las imágenes que están grabadas en nuestra mente atraen irremisiblemente aquello que representan.. Si entendemos algunos conceptos básicos sobre el funcionamiento del cerebro, y los poderes que residen en nuestro interior, podremos utilizarlos para grabar en nuestra mente las imágenes que reflejen aquello que deseamos atraer hacia nosotros. En las siguientes secciones veremos algunos de estos poderes.

El cerebro piensa en imágenes y no en palabras

"Tú nunca conseguirás alcanzar aquello que quieres... Tú solo lograrás alcanzar aquello que puedas visualizar claramente. Zig Ziglar

Leíste bien: "Nunca conseguirás tener aquello que quieres, sólo conseguirás aquello que puedas visualizar". Quiero que pienses en esta idea por un momento, porque cuando yo la escuché por primera vez, debo confesarte que no le encontraba mucho sentido.

No obstante, después de observar a aquellas personas que han logrado materializar sus sueños y luego de hablar con muchas de ellas, me he dado cuenta que todas tenían algo en común: una visión clara de lo que querían alcanzar; habían creado una imagen precisa de sus sueños y sus metas y podían visualizarse claramente logrando dichas metas.

Este poder de la visualización desempeña un papel importante en el funcionamiento de nuestra mente y en el proceso de construir mentalmente aquello que deseamos atraer a nuestra vida. Estoy totalmente convencido de que la fe en nuestro éxito, nuestro valor y habilidad para tomar decisiones e identificar oportunidades, también dependen en gran medida de la claridad con que podamos visualizar nuestras metas, sueños y demás cosas que deseemos lograr.

La visualización positiva no es más que la capacidad que todos poseemos de crear una imagen mental clara de aquello que deseamos lograr, como si ya lo hubiésemos alcanzado. Es un proceso que comienza con tu diálogo interno. De acuerdo con el doctor Karl Pribram, director del departamento de neuropsicología de la Universidad de Stanford, quien es uno de los más reconocidos expertos mundiales en lo que respecta a las diversas funciones del cerebro, el poder de los pensamientos, de las ideas y, en general, de las palabras, radica en que éstas son traducidas a imágenes antes que el cerebro pueda interpretarlas; imágenes que tienen un gran poder sobre nuestras emociones, nuestras acciones y nuestro organismo.

Cuando lees la palabra AVIÓN y la repites, ya sea en voz alta o mentalmente, tu cerebro no se limita a ver las letras A-V-I-Ó-N dibujadas con grandes letras de neón en el telón de la mente subconsciente. Tu cerebro visualiza o imagina un avión. Lo mismo sucede cuando repites cualquier palabra que describe un objeto o una idea para la cual ya tienes un equivalente visual guardado en tu subconsciente. Si pronuncias una palabra cuyo significado ignoras, en un idioma que no dominas o que escuchas por primera vez, tu mente no puede traducirla a ninguna imagen.

El cerebro también puede dibujar imágenes mentales, independientemente de si éstas tienen sentido o no. ¿Qué imagen dibujas en tu mente al leer las palabras: elefante amarillo con alas rosadas?

Probablemente no necesitaste más de unas décimas de segundo para convertir en una imagen clara estas palabras, aunque conscientemente sepas que la imagen como tal no tiene ningún sentido o no representa algo que exista en el mundo real. No importa qué tanto quieras rehusarte a pensar en algo sin sentido como esto; en el preciso instante en que permites que la expresión llegue a tu mente, ella se encarga de traducirla a la que considere la mejor imagen para representar dichas palabras.

La incapacidad del cerebro para entender la palabra "No"

Uno de los descubrimientos más sorprendentes acerca del lenguaje mental es que nuestro cerebro tiende a ignorar la palabra "no". Tú estarás pensando: "¿Cómo es eso de que el cerebro no entiende la palabra no? Yo entiendo la palabra no". ¡Claro! Lo que sucede es que como el cerebro piensa en imágenes, cuando utilizas una expresión en la que se encuentra la palabra "no", lo único que consigues es dibujar en la mente aquello que se pretendía negar.

Es posible que el siguiente ejercicio te permita apreciar mejor esto. Quiero que te detengas un momento y visualices un árbol. Mientras lees, piensa en un árbol cualquiera y obsérvalo claramente en tu mente. Deja de leer por unos segundos mientras fijas esta imagen en tu mente. Ahora, mientras continúas leyendo, trata de mantener esta imagen presente en tu mente.. Quiero que visualices frente a ti ese árbol verde y frondoso. Concéntrate en sus ramas y hojas verdes.

Ahora, quiero que no veas una manzana roja en ese árbol. ¡No veas una manzana roja! Para asegurarte que estás bien concentrado, una vez que termines este párrafo, cierra los ojos y concéntrate nuevamente en el árbol verde y frondoso, teniendo mucho cuidado de no ver una manzana roja en él. No veas ninguna manzana roja. Vamos cierra el libro y haz un esfuerzo.

¿Por casualidad viste una manzana roja colgando del árbol? Seguramente que así fue, ¿no es cierto? ¿Por qué sucede esto? Las instrucciones fueron claras: ¡No veas una manzana roja!

Es muy sencillo, puesto que el cerebro piensa en imágenes, él simplemente se enfoca en la parte positiva de dicha orden y hace su imagen ignorando la palabra "no".

Esto es evidente con los niños, que es con quienes más utilizamos esta palabra. Si un niño está gritando y le dices:

"No grites", muy probablemente lo seguirá haciendo. Cuando le dices: "No des portazos", es como si le hubieses dado una orden directa para que lo haga.

Cuando le dices a un niño: "no debes correr dentro de la casa", ¿qué imagen dibuja esta orden en la mente del niño? Correr por la casa, ¿no es cierto? Y éste es precisamente el comportamiento que deseas cambiar. Así que en lugar de cambiarlo, inconscientemente lo estás reforzando en la mente del niño, ya que estás ayudándole a mantenerse enfocado en esta imagen. En lugar de decir eso di algo así como "quiero que camines despacio cuando estés dentro de la casa". Esta nueva orden no sólo dibuja una imagen totalmente distinta a la anterior, sino que le permite al niño visualizar lo que tú deseas que ocurra. ¿Ves la enorme diferencia que logra el diálogo interno adecuado?

Finalmente, cuando estés practicando mentalmente algo que vas a realizar, no utilices el "no", porque lo único que harás será reforzar la acción que quieres evitar. Antes de entrar a una entrevista, cambia el "ojalá no me ponga nervioso" por un "me siento calmado y seguro".

No permitas que tu diálogo interno se convierta en un obstáculo en tu camino hacia el logro de tus sueños.

¿De qué nos sirve esto? Para empezar, cuando estés fijando tus metas, evita utilizar la palabra "no". Si una de ellas es dejar de fumar, deja de decir "no quiero fumar más", porque tu cerebro sólo escuchará, "quiero fumar más y creará imágenes donde te veas fumando.

Utiliza los términos y las palabras que dibujen las imágenes de los resultados que deseas obtener. En lugar de decir, "no quiero fumar más puedes decir algo como "gozo de una salud óptima; amo tener mis pulmones limpios y poder respirar profunda y fácilmente".

¿Te das cuenta de la enorme diferencia que hay en las imágenes que creas en tu mente cuando lees y pronuncias estas palabras? Y cada vez que lo digas será más fácil visualizarlo.

Recuerda, tú no atraes aquello que quieres; tú atraes aquello que puedes visualizar claramente, y esta visualización es el resultado de utilizar el lenguaje correcto y crear en tu mente la realidad que deseas experimentar.

En cierta ocasión, un participante en uno de mis seminarios me preguntó: "¿Pero, cómo puedo decir eso si aún no he dejado de fumar?" No importa, le respondí, si lo comienzas a decir con convicción y entusiasmo, comenzarás a crear en tu mente una nueva imagen mental -una nueva realidad-; estarás reprogramando tu subconsciente con un nuevo comando. Pronto verás como tu mente comenzará a ayudarte a que tu realidad exterior sea consistente con tu nueva realidad interior y con las metas que te hayas propuesto.

El poder de las imágenes mentales: ¿Ficción o realidad?

Si las imágenes que tus palabras forman son parte del mecanismo que tu mente utiliza para atraer aquello que será parte de tu vida, como lo sugiere la ley de la atracción, tiene sentido descubrir que tanto es ficción y que tanto es realidad.

Diversos estudios han demostrado que las imágenes que formamos en la mente son tan poderosas que fácilmente logran provocar respuestas en el organismo. El origen de este fenómeno fue descubierto por Steven la Berge , doctor en psicología de la Universidad de Stanford, quien dirigió un gran número de experimentos que demostraron que una imagen en la mente activa el sistema nervioso de igual manera que lo haría llevar a cabo la acción correspondiente.

La Berge demostró que el cerebro era incapaz de distinguir entre una experiencia real y una experiencia vivamente imaginada. En otras palabras, si piensas en cualquier cosa y logras asociar con este pensamiento imágenes sensorialmente ricas en color, sabor, olor y emociones, tu sistema nervioso y tu cerebro no logran discernir si lo que estás experimentando está sucediendo en realidad o simplemente lo estás imaginando. Para tu mente es como si fuese realidad, así sólo lo estés imaginando.

John Roger, autor del libro: Usted no puede darse el lujo de tener un pensamiento negativo, utiliza un ejemplo bastante interesante para ilustrar este punto, y quiero pedirte que sigas por un momento este ejercicio para que puedas apreciar el poder que un pensamiento puede tener sobre ti.

Varios estudios científicos han comprobado que existen conexiones directas entre la parte del cerebro donde guardamos imágenes mentales y la del sistema nervioso que controla actividades involuntarias como la respiración, el ritmo cardíaco y la presión arterial. Nuestro sistema nervioso, a su vez, está conectado con ciertas glándulas como la pituitaria -glándula responsable de la producción y liberación de hormonas que actúan en diferentes partes del cuerpo-, lo cual significa que una imagen puede, potencialmente, impactar a todas las células de nuestro cuerpo.

Por ejemplo, quiero pedirte que en la medida en que leas este párrafo, pienses en un limón, quiero que lo visualices y lo dibujes en tu mente lo más claramente posible. Busca asociar todo tipo de sensaciones con esta imagen. Si es necesario, para de leer por unos instantes para tratar de construir la mejor imagen mental de un limón que te sea posible. Trata de evocar su olor, textura y sabor. Dibuja en el telón de tu mente la imagen más clara que puedas tener de este limón.

Ahora, imagínate tomando un cuchillo y cortando este limón en dos mitades. Visualízate sacando las semillas del limón con la punta del cuchillo. Tómalo, llévalo cerca de tu nariz y aspira el olor de ese limón recién cortado. ¿Puedes olerlo? Finalmente, quiero que te imagines exprimiendo todo su jugo en tu boca y mordiendo su pulpa.

No sé que te esté ocurriendo en este preciso instante, pero si realizaste el ejercicio, visualizando lo que te estaba describiendo, es posible que hayas experimentado la respuesta de tus glándulas salivares ante esta imagen.

¿Ves? Tus glándulas salivares responden a este pensamiento de un limón tal como si la acción descrita hubiese ocurrido. Este simple pensamiento ha ocasionado una respuesta fisiológica en tu organismo que para tu mente subconsciente tiene sentido, ya que la saliva producida tiene como objetivo neutralizar el ácido que contiene el limón. Esto demuestra que tu mente ha sido incapaz de reconocer que las imágenes que está procesando no representaban un hecho que estuviese ocurriendo sino que eran simplemente un hecho imaginario.

De la misma manera, si tienes hambre y piensas en un suculento plato de comida, tu estómago responde segregando jugos gástricos tal como si estuvieses comiendo. Ni siquiera necesitas ver la comida o percibir su olor para que esto suceda; el simple hecho de pensar en ésta hace que tu cerebro actué produciendo los ácidos gástricos que ayudarán a digerirla, lo que quiere decir que ha sido incapaz de reconocer que lo que está procesando es sólo una imagen y no la comida en si.

Seguramente, alguna vez has visto en una película de suspenso o de terror una escena en la cual un asaltante está a punto de atacar a otra persona. El cerebro te pone a ti en medio de esta situación que, de hecho, ya es rica en estímulos sensoriales puesto que la estás viendo y oyendo y no tienes que imaginarla. Tu cerebro envía mensajes a tu organismo que te hacen reaccionar como si en realidad estuvieses en medio de esta situación. De repente, tus manos comienzan a sudar, palideces y hasta el ritmo cardíaco puede subir. Así que como ves, las imágenes mentales tienen un gran poder de sugestión.

En otro estudio, se les pidió a un grupo de personas que imaginaran que iban a caminar del punto A al punto B, en una calle conocida por ellas. En este experimento, los participantes cerrarían los ojos, caminarían mentalmente dicho tramo; al llegar al punto B dirían "ya llegué" y abrirían sus ojos. A una parte del grupo se le pidió que imaginaran que iban a caminar dicho tramo cargando una bala de cañón en las manos, mientras que al segundo grupo se le pidió que caminaran la misma distancia cargando un libro.

Aunque parezca difícil de creer, el primer grupo tardó mucho más tiempo en recorrer mentalmente aquella distancia. ¿Por qué? El peso irreal de la bala de cañón que imaginaron cargar a lo largo de aquel tramo, les había hecho caminar mucho más lentamente que al segundo grupo. Lo interesante es que ellos no recibieron instrucciones para caminar más despacio ni tenían por qué haberlo hecho. Hubiesen podido optar por caminar normalmente o más rápido, pero su mente procedió de la única manera posible ante el hecho de cargar una pesada bala de cañón.

Todos estos ejemplos son señal de que tu cerebro ha sido incapaz de entender que éstas no han sido vivencias reales sino únicamente situaciones imaginarias.

Lo que quiero que entiendas de todos estos ejemplos es que tu cerebro piensa en imágenes y este poder de transformar las palabras en imágenes que logran afectar tus funciones fisiológicas, tus emociones y tus acciones, lo puedes utilizar para edificar tu éxito o para construir tu fracaso. Funciona igual de bien tanto para lo uno como para lo otro.

Los resultados de estos experimentos nos ayudan a entender de dónde proviene el poder del cual habla la ley de la atracción. Pero también nos presenta una importante responsabilidad, el prestar atención a las imágenes que puedan estar dibujando las palabras que utilizamos. Recuerda que tu diálogo interno puede convertirse en tu mejor aliado o en tu peor enemigo.

Cuando saboteamos nuestro éxito con nuestro propio diálogo mental

La persona promedio habla consigo misma, ya sea mentalmente o en voz alta, un total de catorce horas diarias. ¿Te puedes imaginar esto? Más de la mitad del día estás hablando contigo mismo. Virtualmente, durante cualquier actividad externa que realices, tu diálogo interno nunca se detiene. Este eterno diálogo mental entre tu consciente y tu subconsciente ocurre mientras conduces tu automóvil, cuando estás trabajando o descansando, comiendo, hablando, escuchando e, inclusive, durmiendo.

Siempre estás analizando el resultado de algo que hayas hecho con anterioridad: estás preguntándote que vas a hacer más tarde, revisando tus metas, juzgando y formándote opiniones de otras personas o criticando tu propio comportamiento.

Hablar con uno mismo, meditar, reflexionar, cavilar o cuestionarse, es una forma de programar y reprogramar nuestra mente, de afirmar nuestros valores, de establecer creencias o ideales acerca de diferentes situaciones o personas, o de formar opiniones acerca de nosotros mismos, de nuestro potencial o de nuestras debilidades.

Puesto que ese diálogo interno es el mecanismo mediante el cual programamos nuestra mente, y creamos la imagen mental del futuro que deseamos edificar, tiene sentido el prestar atención a lo que estamos haciendo con esas catorce horas diarias de diálogo mental. Sorprendentemente, varias investigaciones han mostrado que más del 80% de este diálogo interno es negativo, pesimista, contraproducente y, seguramente, nos impide utilizar nuestro verdadero potencial.

Leíste bien, la gran mayoría de nosotros se encarga de sabotear su propio éxito con su diálogo interno. ¿Cómo? Muy fácil; estudiantes que van a presentar un examen o una prueba con la seguridad de que no la van a aprobar; personas que se presentan a una entrevista de trabajo con la absoluta certeza de que no serán aceptados; vendedores que visitan a sus clientes para presentarles un nuevo producto, pero inconscientemente están seguros que serán rechazados.

Tan absurdo como pueda parecer, muchas personas emplean gran parte de su día pensando en cientos de problemas que aún no han sucedido, pero pueden llegar a suceder, repasando mentalmente sus debilidades, recordando errores pasados y caídas, ensayando una y otra vez los fracasos que desesperadamente buscan evitar, o peor aún, interiorizando falsas creencias acerca de su propio potencial. Es increíble que tantas personas sean víctimas de este comportamiento irracional. Emplean casi la mitad de su día propinándose penosos castigos mentales que lo único que logran es mantenerlas atadas a la mediocridad de la cual quieren salir.

Recuerda que la ley de la atracción estipula que atraeremos hacia nosotros todo aquello en lo que concentremos nuestro pensamiento de manera constante y persistente. ¿Qué podemos atraer hacia nuestra vida si el 80% del tiempo lo dedicamos a enfocarnos en nuestras caídas, debilidades y temores? Curiosamente, gran parte del auto sabotaje ocurre de manera inconsciente. No lo hacemos porque deseemos hacernos daño. Es más, en muchas ocasiones es el resultado de buenas intenciones.

Un ejemplo sobre cómo nuestra mente puede convertirse en nuestro peor enemigo es observando lo que sucede habitualmente cuando estamos empeñados en que algo salga excepcionalmente bien. Generalmente, comenzamos a pensar en lo que tenemos que hacer para que todo salga bien y, de paso, pensamos en todo lo que no debemos hacer. Lo curioso es que entre más pensamos en lo que no debemos hacer, más fuerza gana esta imagen en nuestra mente. Es como si entre más dijéramos "no podemos equivocarnos en tal cosa", más nos visualizáramos equivocándonos. De repente nos invade el pánico ante la inminente posibilidad de equivocarnos, que ahora aparece más real que nunca.

Es común ver éste comportamiento entre aquellos que deben hablar frente a un grupo de personas, especialmente si es de manera inesperada. Hablar en público es uno de los mayores temores de la persona promedio. Tanto es así que para muchos, el hacerlo, se encuentra más arriba que el temor a la muerte en su lista de miedos ¿Te puedes imaginar esto? Ellos aseguran que preferirían morir antes de tener que hablar en público. No es una exageración; trata de obligarlos a hablar en público y te darás cuenta del temor tan aterrador que les produce esta idea. Su estado mental cambia instantáneamente, comienzan a sudar, se les aceleran los latidos del corazón, se les debilitan las piernas al punto que muchos de ellos llegan a desmayarse.

En cierta ocasión, en una de mis conferencias sobre la comunicación efectiva, le dije a la audiencia que en unos minutos iba a escoger a una persona para pasar al frente del escenario a hablarnos sobre lo que hacía en su trabajo. Después de unos minutos comencé a caminar hacia ellos, pretendiendo buscar al afortunado voluntario que tendría que hablar ante las 600 personas que se encontraban presentes. Después de un momento, paré la búsqueda y anuncié que no llamaría a nadie y que mi verdadero propósito era que analizáramos las reacciones iniciales que experimentaron en su mente cuando hice el anuncio.

Algunas personas confesaron estar felices de poder participar y hasta levantaron la mano para que los escogiera a ellos. Sin embargo, muchos confesaron que habían comenzado a rezar para que no fueran ellos las víctimas; algunos experimentaron tal estado de pánico que llegaron a pensar en retirarse del salón, inventarse una salida repentina al baño o esconderse bajo la mesa.

A estas personas les pregunté: "¿Qué pasó por tu mente cuando hice aquel anuncio?" Algunos de ellos me confesaron que inmediatamente después de haberlo escuchado, ya habían construido imágenes en su mente en las que veían sus piernas temblando, sus manos sudorosas y sus rostros pálidos. Se veían hablando incoherentemente ante 600 extraños, olvidando hasta su nombre sin encontrar cómo articular la más sencilla de las ideas.

Algunos describían cómo, entre más se repetían a sí mismos "¡no me van a temblar las piernas! ¡No me van a temblar las piernas!, más veían sus piernas temblando. Y de esta misma manera, millones de personas sabotean cada día sus posibilidades de éxito. Sin quererlo, visualizan todo lo que puede salir mal, que es precisamente lo que quieren evitar. Pero entre más piensan en ello, más reales se vuelven estas imágenes. De repente, comienzan a escuchar voces internas que les dicen: "¿Qué vas a hacer? ¿Se te olvidó lo pésimo que eres hablando en público? ¡Vas a hacer el ridículo! ¿Has olvidado aquella ocasión en que tu mente se quedó en blanco y por poco te desmayas?" Todas estas imágenes, producto de su diálogo interno, no sólo no les permiten hacer un buen trabajo, sino que reafirman aún más profundamente la idea de que no sirven para hablar en público.

No sé si te has encontrado alguna vez en una situación similar, cuando debido al diálogo interno errado, tú mismo te has encargado de poner en tu mente programas mentales que te limitan, te paralizan y te hacen sentir incapaz. El resultado de este círculo vicioso es por lo general una pobre autoestima y la atracción de todo aquello que buscábamos evitar.

Así que vale la pena detenernos a pensar qué clase de imágenes estamos dibujando en nuestra mente y en la mente de los demás con nuestro diálogo interno y externo.

Si le decimos a un niño que es "un fracasado" o "un bueno para nada", ¿qué clase de imágenes formará este niño en su mente? y, más importante aún, ¿cómo lo afectarán dichas imágenes? Muchos padres prestan poca atención a esto sin pensar que sus palabras son órdenes que tienen la capacidad de programar la mente de sus hijos. Así que mantén siempre presente la relación palabra-imagen, porque esta relación te afecta y muchas veces puede ser la semilla de una pobre autoestima.

Muchas personas generan imágenes internas de fracaso y escuchan voces interiores que les recuerdan constantemente sus debilidades; dos procesos mentales que los conducen por adelantado al fracaso porque los obligan a visualizar precisamente lo que no desean.

¿Ves los efectos tan devastadores que pueden tener estas imágenes que nosotros mismos hemos creado con nuestro diálogo interno? Esta es quizás una de las consecuencias más significativas de la ley de la atracción: aquellas expectativas que nos encargamos de formar en nuestra mente terminan siendo profecías hechas realidad.

LA TOLERANCIA

Aclaracion : El genero masculino se utiliza como termino generico y hombre debe entenderse como hombre o mujer.

La tolerancia es una cualidad, que dia a dia adquiere la calidad de virtud, en epoca de globalizacion de las relaciones y trato con los demas. Pero, que es la tolerancia? Aparece definida como “Respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias.” Esta sencilla cualidad, de nuestra manera de ver el mundo, nos abre muchisimas puertas (o nos la cierra) en nuestro desarrollo individual, permitiendonos crecer espiritual y materialmente en el dia a dia.

Y es claro, como podrias amar a tu hijo si no respetas y toleras la manera de pensar de un nino o de un adolescente?. La tolerancia te permiten disfrutar de la musica que nunca habias escuchado y quizas respetar el pelo largo, por encima de tus gustos o preferencias. Tolerar, te permitira respetar a tu pareja, cuando no compartas sus opiniones o posiciones respecto de cualquier cosa. Tolerar tambien te ayudara, muy seguramente, a relacionarte y aprender, de quienes pertencen a culturas diferentes y hablan diferente lengua, de la tuya. Te permitira valorar y apreciar a las personas, sin importar color de su piel o su raza. Te ayudara, a tratar con personas que tienen un Dios diferente al tuyo, pero igualmente bondadoso. Toleraras diferentes posiciones ideologicas, de personas que miran el mundo de manera diferente, a como lo miras tu y quizas de manera opuesta. Ellos han construido toda su cultura, sobre la base de creencias diferentes a las tuyas, pero no por eso menos validas, ni menos importantes. La tolerancia te permitira respetar y construir relaciones profesionales solidas, en un mundo lleno de diversidad, en todos los ambitos, bajo la sabia premisa del respetuo mutuo, aunque piensen diferente a nosotros. Si miras el mundo, te daras cuenta de los grandes aporte a la cultura global, que han hecho las diferentes culturas, en epocas pasadas, ubicadas en cada continente, según la epoca historica. Piensa en el papel, la imprenta, la escritura, el algebra, la filosofia que aprendiste de pequeño, la astrologia, los principios filosoficos de occidente y de Oriente, la lengua que hablas y las otras que nunca quizas hayas escuchado, las religiones, las piramides de Africa y America y tantos y tantos aportes, a la cultura, hechos por todos los continentes.

Tolerar, te permitira apreciar la iportancia de gentes de otras profesiones o disciplina y aun dentro de la tuya, con tendencias diferentes.

Y para no dejar esta corta reflexion, como algo sin asidero en la realidad cuotidiana, pensemos en la diversidad existente en los profesionales de las redes sociales. Esta diversidad se refleja en lenguas, creencias, formacion, tendencias, disciplina y en cada manifestacion de la cultura. Muchos tendran creencias, oficios y tendencias,diferentes y hasta contrarios a nuestros intereses. Apreciar esa diversidad, valorarla y respetarla, aunque no la compartamos, siendo tolerantes, nos permitira el enriquecimiento espiritual e intelectual diario mediante el sano intercambio de ideas.

Por el contrario, la intolerancia nos conducira irremediablemente al fanatismo y a la discriminacion de todo orden, la cual a veces se refleja en el lenguaje popular, cuyas palabras ofensivas se identifican con una raza o una condicion social, la agresion individual y colectiva, intransigencia con todo aquel que sea diferente en razon de genero; racismo, sexismo, homofobia, intolerancia religiosa e intolerancia politica(ultimamente denominada polarizacion)

Con todo respeto, te recomiendo hacer el test que aparece en este enlace : http://www.intolerantesanonimos.org/test_cas.php

Fuentes :
Diccionario de la RAE : http://www.rae.es/
Wikipedia http://es.wikipedia.org/wiki/Intolerancia_(sociolog%C3%ADa)
http://es.wikipedia.org/wiki/Discriminaci%C3%B3n
Fromm, Eric. (1990) El miedo a la libertad.
Jesus P http://jesuspineda.wordpress.com/