martes, 7 de octubre de 2008

Sobre el dolor y el perdón.

Las cuentas pendientes son aquellas situaciones de vida que quedaron dentro nuestro sin resolver y que nos generan bronca, resentimiento y un dolor profundo. Tiene que ver con nuestra propia historia personal, son situaciones que quedaron prendidas y escondidas en nosotros desde un lugar poco sano.

Uno debe sacar a la luz todo lo que escondemos dentro nuestro ¿porqué?

Porque no se puede perdonar lo que se esconde, porque no se puede perdonar aquello que uno no quiere admitir que siente. Si uno quiere liberarse de la bronca, el resentimiento o el rencor que le provocó una determinada situación deberá aceptar lo que en verdad siente. “ Yo soy esto que siento", y esto que siento tiene que ver con un dolor, con una frustración con un episodio en mi vida que me dejó ligado a una historia justa o injustamente y tengo que conectarme con ese dolor porque sino este dolor me "Interrumpe" en este momento y no me permite seguir adelante con mi vida porque lo que siento me molesta, me provoca dolor.

Cuando el dolor se transforma en sufrimiento es porque el dolor se ha quedado enquistado dentro. Hay que parir ese dolor que uno lleva dentro porque sino lo saco ocupa entonces en nosotros un lugar que debería ocupar algo bueno.

"La compasión"

La compasión tiene que ver con el hecho de poder entender desde que lugar el otro se comportó como se comportó conmigo y me produjo dolor.

¿Cómo puedo perdonar si ni siquiera tengo conciencia desde donde hay que perdonar, sino puedo entender lo que le pasa al otro, sino puedo entender el porque está actuando de ese modo?

Uno debe conectarse desde la compasión con la otra persona. Compasión es llegar a comprender lo que está pasando, es aceptar, es saber que el otro cree que lo que está haciendo está bien, es ser capaz de poder escuchar cual es la situación que se está dando en el otro y esto es muy difícil a veces en especial cuando el dolor proviene de una persona a la que amamos.

Nadie puede aliviar el dolor mas que el tiempo que le lleva a cada uno elaborar ese duelo.

Perdonar no tiene que ver con esperar que el otro se arrepienta porque entonces la situación se transforma en una lucha de poder "Pedime perdón asi te perdono”. No importa si el otro se dio cuenta que se equivocó, el perdón es liberador para quien perdona no para quien es perdonado.

Si uno en verdad ama a alguien, y esa persona nos hiere el dolor es verdaderamente profundo, porque no duele aquello que no se ama, aquello que en algún momento nos hizo feliz. Pero si en verdad se ama a la otra persona se la ama en su totalidad, su parte buena, y también esa parte de ella que nos hirió, porque esa parte de ella formada de actitudes que nos hirieron también forman parte de la misma persona.

Perdonar no significa justificar el dolor que te provocó la actitud del otro.

Pero si quiero llegar y rescatar lo bueno del otro también tengo que aceptar la existencia en esa persona de esas cosas negativas que a mi me provocaron dolor. Es aceptar que en el otro existen cosas buenas y no tan buenas, prescindir o dejar de lado lo malo para poder llegar a su parte buena, esa que alguna vez nos hizo tan bien y que ahora está escondida detrás de su actitud, la misma que hoy nos provocó dolor.

Uno tiene que poder rescatar lo bueno del otro para poder perdonar.

Uno tiene que aceptar al otro con todo lo que tiene, si uno no quiere perderse lo bueno del otro tendrá entonces que aceptar “todo” lo que hace a la otra persona, tendré que aprender a comprender, a perdonar y dejar pasar todas esas cosas dolorosas que también existen en la persona que yo he elegido.

Y nada importa sin la otra persona a la cual queremos o necesitamos perdonar está presente, está vida o muerta. El perdón no tiene que ver con la presencia del otro tiene que ver con mi habilidad interna de poder liberarme del resentimiento que llevo dentro.

No hay comentarios.: