lunes, 27 de enero de 2014

La gran Importancia de los Abrazos



En el ultimo tiempo los abrazos están cobrando una relevancia vital. Son más que una manifestación de cariño, ya que pueden hacer más por ti de lo que piensas.

De hecho, la respetada terapeuta familiar Virginia Satir, afirma que “necesitamos cuatro abrazos al día para sobrevivir, ocho para mantenernos y 12 para crecer”.

Para muchos maestros espirituales, yoga, meditación, psicólogos y terapeutas, al igual que para mi el acto de abrazar es una poderosa manera de sanación, ya que además de apoyar, contener y ayudar a sobrellevar mejor las dificultades y enfermedades, también nos permite combatir la soledad, la depresión, la ansiedad y el estrés.

Yo soy de esos que considera que necesitamos, al menos, 10 abrazos de corazón a corazón al día. Las razones son muy sencillas:

- Los abrazos de corazón a corazón ayudan a la comunicación. Un abrazo genera confianza y sentido de seguridad. Esto ayuda y permite la comunicación abierta y honesta.

- Alivia emociones, y nos permite sobrellevar y manejar la sabia y la soledad. esta comprobado que los abrazos pueden aumentar instantáneamente los niveles de oxitocina, otorgando una sensación de bienestar y contrarrestando la soledad, la tristeza, el aislamiento y la rabia.

- Mejora nuestro estado de ánimo: Un abrazo prolongado, de al menos seis segundos, eleva los niveles de serotonina, mejorando nuestro estado de ánimo.

- Fortalece el sistema inmunológico. El abrazo con su suave presión sobre el esternón y el estimulo emocional que el abrazar crea estimula la glándula del timo, que regula y equilibra la producción de glóbulos blancos en la sangre, ayudándonos a mantenernos sanos.

- Eleva la autoestima. Los abrazos nos hacen sentir amados y especiales. De hecho, muchos especialistas asocian el autoestima a las sensaciones táctiles de nuestros primeros años de vida. Los mimos que recibimos de nuestra mamá y papá mientras crecimos nos marcan, y conectan con nuestra capacidad de querernos y respetarnos a nosotros mismos.

- Relaja los músculos. Los abrazos liberan la tensión del cuerpo. Incluso pueden calmar algunos dolores al estimular la circulación en los tejidos blandos.

- Equilibran el sistema nervioso. El efecto de la humedad y la electricidad en la piel que da un abrazo puede equilibrar nuestro sistema nervioso.

-  También nos enseñan cómo dar y recibir. Los abrazos nos educan sobre cómo fluye el amor en ambos sentidos.

- Los abrazos son parecidos a la meditación y a la risa. Nos alientan a fluir con la energía de la vida. Además, nos sacan de nuestros patrones de pensamiento y conectan con los sentimientos, equilibrando nuestra respiración.

-  Fomentan la empatía y la comprensión. Y esto beneficia a todos.

Que duda cabe que dar un abrazo, es recargar el corazón con los latidos del otro.

Abrazos fraternales en a luz del amor

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